Agradecimientos
A Tolkien por El señor de los anillos.
A Oesterheld por el eternauta
A Frederik Brown por Marciano, vete a casa.
A H. P. Lovecraft por los Mitos del Cthulhu.
A Gore Vidal por el feroz Mesías.
A Bradbury por la forma luminosa que se introdujo en mi cabeza.
A Fernado Pessoa por el Libro del Desasosiego
A Boris Karloff por prestarme su imagen para la creación de un personaje.
A Daniel Keyes por Flores para Algernón, la única obra que me hubiese gustado escribir.
A Thomas Mann por Muerte en Venecia.
A Clara Galván por su paciencia.
A todos los que, involuntariamente, omito.
A María por iluminar el camino.
A Mario, un cronopio.
A Cristina por renegar contra mi autosuficiencia.
A mamá por alentarme y guardar lo que yo desechaba.
Y finalmente a mí, porque sí.